Michel M. F. - A ti, desconocida

A ti, desconocida

Haz de saber que no hay mejor momento del día que aquel en el que puedo soñar contigo, y entonces te veo, y me doy cuenta que esa "perfección" que tanto he buscado existe, y es tal así lo que me haces sentir, que por eso entiendo lo lejos que vives de mi, a varias millas de distancia, y es también por eso que tienes a esa persona a tu lado y eres feliz y buscas estabilidad. Y es que eres tan perfectamente platonizable que si quisiera fácilmente podría convertirte en un acorde o en esa nota que jamás he tocado y así inmortalizarte en una canción, o podría pintarte en el lienzo más bello y exhibirte y rechazar abiertamente hasta al mejor postor con tal de conservarte a mi lado y así poder gritarle al mundo que eres mía y sólo mía… Pero el punto del amor no es presumirte o materializarte, es más simple y tan profundo como lo puede ser una lágrima de la tinta de esta pluma o el roce del viento acariciando tu cuello y cruzando por entre tu cabello rizado, o ese último suspiro que doy al día antes de dormir esperando nuevamente soñar contigo y empezar de nuevo esta elipse… Y es que si alguien me hubiera dicho hace unos meses que esto podría pasarme e inspirarme a mejorar cada día, sin duda repetiría cada una de las cosas que he hecho, y es que sé que si algo realmente lo quieres y lo visualizas es posible y viable, y es que esto que siento y oculto algún día verá la luz del sol… Y cuando ese momento llegue sabrás que es de ti de quien me quiero enamorar y que eres tú la que me hace delirar.

Michel M. F.

Oscar Pérez Fernández - Untitled

La ví en mi sueño, a ella; la mujer perfecta. Es una mujer en toda la extensión de la palabra, estaba sentada viéndome fíjamente y con una voz casi celestial decía mi nombre, con la gracia de los seres que no desean olvidar. La ví en un lugar en el que nunca he estado y, con lágrimas que nunca he derramado, le despedí al amanecer; le juré que la volvería a ver, que la encontraría y que así esta historia jamás terminaría. Mi única pista es su voz y su rostro un paisaje cargado de gente y de imagenes, pero que solo existíamos ella y yo. Apenas empiezo y sé que me ha dejado pistas en mis sueños, así como le he dejado algunas y nos encontraremos a mitad del camino, para caminar juntos al futuro.

Les recomiendo visiten el grupo del autor de este pequeño pensamiento escrito

Rincón poético del tío TIBUR

Roo Galván - Remordimientos de un par de alas rotas

Remordimientos de un par de alas rotas

por Roo Galván

Di que no me crees, grita al mundo que nunca lo hiciste, haz saber de mi que solo soy un fraude, cómplice de la manipulación. Cuéntales que nunca te quise, cuéntales que nunca te necesité, y cuando llegues a esta la última oración, con estas exactas palabras, diles a todos que no tengo corazón, hazlo, te lo pido, hazlo porque solo así sabré que por un momento lo supiste, hazlo, porque así sentiré que por un solo momento no te quiero, no te extraño, pensaré, que por un solo momento, no te necesito.

Cuando por fin lo hagas, cuando todos estén avisados de mis manías, guárdalas, guárdalas en un rincón donde solo quede el recuerdo siempre mustio de lo que nunca fue, la memoria, de lo que ya no podrá ser.

No es que me haya olvidado de ti, es simplemente que cada vez es más difícil recordarte, no es que ya no te quiera, es cosa de inseguridad, ya sabes, pensar que tu no lo haces, y no es que ya no te necesites, es que me pesa saber que a pesar del tiempo y la distancia sigo en la esperanza de una señal, me pesa saber que esa señal, nunca llegará.

No es soberbia ni arrogancia, es dolor e incertidumbre, pues extraño ser feliz, tanto, como cruelmente extraño que tu no lo seas. No cambiaría nada, se que es lo mejor, o quizá eso marca el credo del civilizado, no lo se, solo se, que he amado más de lo que te quiero a ti, se, que he extrañado con más demencia que como te extraño a ti, y sobre todo se, que nunca había necesitado, necesito o necesitaré a alguien, como hoy, te necesito a ti.

Perdón.

Pimpo Montana - Mi Primera Elección

Pimpo Montana

Mi primera elección

Te elegí antes de nacer con la esperanza de recordarte al crecer,

ahora me doy cuenta que te recordé cuando de ti me alejé.

Me arrepiento de la memoria de mi corazón,

pues necesité perderte para recordarte y perder mi razón.

Atrapado en el recuerdo que ahora tengo,

Canto, escribo y vivo sólo para hacerlo más bello.

Te dejo a ti mi alma pues es lo único que tengo,

Guárdala, tírala, escóndela. Sólo quiero recordarla en mis sueños.

Tengo tan presente tus besos, tu aroma y tu textura,

Que si no los recordara día con día, estaría lleno de amargura.

Extraño mi felicidad, extraño mi paz interior,

Si tienes la mitad de lo que tuve te deseo todo lo mejor.

Conozco lo que eres y conozco lo que soy,

Por eso quiero fuerza para una nueva vida desde hoy

Seguiré mi vida viendo siempre para adelante

Pero quiero que sepas que no conozco otra razón para amar que amarte.