Entre estrellas y lunas
Llegado el día de la cena donde una pareja tomaría una
decisión sin saberlo tras 3 años de relación, los sentimientos aun eran
confusos unas horas antes de la cita, y aunque fueran confusos, los dos ya
sabían cuál era el rumbo que querían tomar.
Unos meses antes de la cita, la pareja hablaba de su futuro,
pues los dos se sentían cómodos, contentos y sentían que no podían estar
separados por un solo instante, y fue en esa conversación donde los dos se
encontraron entre la espada y la pared, pues los intereses y los planes de vida
de los dos se encontraron con la vista en diferentes puntos. Él por su parte,
quería pasar el resto de su vida con ella, pero la idea de que la relación
rindiera frutos con un hijo, no era opción para él. Ella por otro lado, sabía
que él era el amor de su vida, y que la mejor forma de proyectarlo era trayendo
a la vida el fruto de su amor, un hijo.
Se quedaron de ver en el restaurante que siempre iban en
ocasiones especiales, se encontraron de frente y el saludo fue torpe pues los
dos se encontraban con las palpitaciones a su máxima velocidad, el transcurso
de su cita fue callado, no hablaban mucho, y menos se volteaban a ver, parecía
una cita con los platillos del lugar, un funeral.
Fue en un instante donde él se paró, la agarró la mano y
salieron del lugar, sin transacciones ni alborotos, nadie se dio cuenta de la
salida pues nadie se había percatado que seguían ahí.
Se fueron hasta el techo de la casa donde vivían, y tan
espontáneo era el momento como las pocas gotas que empezaron a caer del cielo,
y fue ahí donde él empezó sacar las primeras palabras de la noche.
-Sé qué me vas a decir hoy, quieres seguir tu camino sin mi,
pues es unos de tus sueños el tener una familia, y vienes a decirme adiós, pero
antes quiero mostrarte las estrellas. Estas estrellas son mis más grandes
sueños en la vida.-
Señalando cada estrella dijo –Esa representa mi casa, esa es
la venta de mis obras, esa es mi recorrido por el mundo-, y siguió hasta
señalar la luna, -La luna eres tú, la que más brilla en mi vida, y sin ella mi
cielo se vería vacío, es por eso que quiero compartir mis sueños contigo, y que
traigas tus estrellas a este cielo, seamos dueños e inventores de este conjunto
de estrellas y lunas.
Él se hincó y le entregó el anillo que ella ocuparía toda su
vida.